Cómo elegir conservar y cocinar duraznos

Como les contaba en mi post anterior, anoche tuve una recaída así que me fue muy difícil cocinar. Pero fiel a mi promesa de postear dos veces al día, hoy les cuento cómo elegir conservar y cocinar duraznos.

El durazno proviene de China, en donde simboliza tanto la inmortalidad como la belleza femenina. Pero ya que fueron los persas quienes lo introdujeron en otros países, hay lugares en que se conoce a esta fruta bajo el nombre de “pérsica”. Otra nomenclatura que recibe comúnmente es “melocotón” del latín malus cotonus ‘manzana algodonosa’. En cuanto a la palabra “durazno”, también proviene del latín durus acinus, ‘que tiene la piel dura’.

A partir del mes de mayo y hasta octubre, podemos encontrar en el mercado duraznos y chabacanos frescos. Existen muchas variedades: desde los grandes duraznos blancos con rosa hasta los pequeños completamente amarillos. Es bien sabido que las nectarinas también son primas de estas frutas, pero menos personas las relacionan con otros parientes de estructura y textura parecida: las ciruelas y las cerezas. A pesar de los distintos tamaños y colores que presentan los melocotones, las reglas para elegirlos son las mismas.

Cómo elegir conservar y cocinar duraznos

Los colores que no queremos ver en un durazno son el café, que indica magulladuras o exceso de maduración, y el verde, que nos avisa que el fruto ha sido cosechado demasiado pronto y no continuará madurando. En general hay que elegir aquellos con una piel firme y aterciopelada que no se vea arrugada ni presente cortaduras. Hay que evitar aquellos que, independientemente del “rubor” rojo o rosa que suelen tener, presenten manchas o golpes.

Un durazno maduro otorga un olor dulce desde el momento en que lo manipulamos. Se pueden comer crudos con todo y piel aunque para hacerlos en mermeladas, tartas y dulces es preferible retirarla. Una vez que los cortamos, unas gotitas de jugo de limón impedirán que se oxiden rápidamente. Pero si no vamos a consumirlos de inmediato es mejor guardarlos en el refrigerador por un periodo de 3 a 5 días.

Además de encontrar estas frutas frescas, es muy común verlas en almíbar, mermeladas, jaleas y hasta deshidratadas. Forman parte de la dieta mexicana en formas muy variadas: desde el chamoy, preparado con chabacanos secos, hasta el relleno de los tradicionales chiles en nogada.

Duraznos recetas

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