Polvorones de naranja de mi mamá

Polvorones de naranja

Tenía una o dos semanas sin hacer galletas, así que hoy les voy a contar la historia de los polvorones de naranja de mi familia. Temprano, me puse a ordenar el refri para ver qué tenía cuando pum! tuve un flasback que hasta me hizo llorar. Todo fue culpa del olor de la manteca de cerdo, el ingrediente secreto de los polvorones de naranja de mi mamá (y de mi abuela).

Me acuerdo muy bien del día en que fui con mi mamá a una librería y le pedí que me comprara un cuaderno para anotar recetas. Fue en julio del 2000 y lo sé porque le puse la fecha a la primera página. En ese entonces yo tenía 18 años. Cuando regresamos a la casa corrí a secuestrar de la cocina la libreta en la que ella tenía sus secretos. También estaba fechada en julio, pero de 1986.

Lo primero que quise copiar, y probablemente la razón por la cual quería el cuaderno en primer lugar, fue la receta de los polvorones de naranja. Tenía sentido porque tanto mi mamá como mis tías de ambos lados las preparaban muy seguido. Son deliciosas, huelen divino y se deshacen en la boca… de verdad geniales.

El cuaderno de mi mamá decía «polvorones de naranja mamá», por lo cual yo los anoté como «polvorones de naranja abuela Yoyis». Odio mucho no recordar casi nada de mi abuela materna. La asocio con los buñuelos, el café con leche, las naranjas del jardín y los lentes grandes. Pero no hay nada sobre los polvorones en estos recuerdos y cuando pienso en eso me da mucha tristeza.

La receta de polvorones de naranja de la abuela

Y sin embargo, si ella hacía estas galletas, se mantuvieron vivas a través del recetario de mi mamá y de los recuerdos que tengo de ella espolvoreando polvorones calientes con azúcar y canela. Por eso, amigos, hay que anotar y transmitir las recetas.

No se imaginan la decepción cuando, debajo de la lista de ingredientes, encontré esta sencilla instrucción: «hacer como cualquier galleta». Ahora soy, como dice mi papá, la Chucha Cuerera de la cocina, pero en el 2000 no sabía cómo se hace cualquier galleta. Mi mamá me enseñó el procedimiento y yo lo supe de memoria durante años.

Pero hoy me di cuenta de que no lo recordaba perfectamente bien, porque en el proceso de aprender e inventar cientos de otras recetas, fui olvidando hacer polvorones de naranja. Debe tener al menos siete años que no los hacía. Gracias a mi lógica, me salieron muy bien, así que decidí darles a ustedes la receta detallada. Apúntenla, que no sabemos cuándo colapsará el internet. Y pásenle sus recetas (o las mías) a sus hijos, enséñenles que cocinar se trata de mucho más que de comer.