Pitayas o pitahayas

qué son las pitayas o pitahayas

Las pitahayas, también conocidas como pitajones o warakkos, son una especie de tuna pulposa de vivos colores y semillas suaves. A pesar de tener un rico aroma, estas frutas tienen un sabor muy tenue, dulce. Son muy frescas y más bien las utilizamos como decoración en ensaladas de frutas, cocteles y nieves, aunque si tenemos la suerte de encontrarlas recién cosechadas el sabor será más acentuado, sobre todo el de las de pulpa rosa.

Existen varios tipos de pitahayas pero en México hay dos muy comunes: la rosada con espinas amarillas que asemeja piñatas cuando cuelga del cactus trepador en el que crece y la roja con espinas amarillas o verdes. Su interior puede ser blanco o rosa intenso, ambos con semillas negras. Las dos crecen durante el verano siempre y cuando no empiecen las lluvias y se ven tan exóticas que en inglés se les conoce como dragon fruit, ‘fruta del dragón’.

Aunque son originarias de Centroamérica, las pitahayas se cultivan también en Asia, específicamente en Vietnam, Tailandia y Japón. En Colombia crece una variedad más pequeña, de piel amarilla, que se encuentra en los mercados durante diciembre y enero.

Cómo elegir, conservar y cocinar pitayas o pitahayas

Al escoger pitahayas hay que fijarse en que la piel se vea lustrosa y lisa, y las espinas no deben de verse marchitas. Debe sentirse firme al tacto y pesada, lo cual indica que no ha comenzado a deshidratarse.

Después de comprar pitahayas hay que guardarlas fuera del refrigerador en un lugar fresco donde no les pegue el sol. Se mantienen frescas de esta manera hasta por cinco días y no es aconsejable congelarlas ni cocinarlas. La textura de su pulpa es similar a la del kiwi, y las semillas comestibles ayudan a mejorar la digestión. Es también una rica fuente de vitamina C, por lo cual resulta clave en la dieta de las personas que no toleran los cítricos. También contienen calcio, fósforo, hierro y vitamina B.