Los escargots de El hoyo
El Hoyo (2020), opera prima de Galder Gaztelu-Urrutia, ha dado mucho de qué hablar por ser una crítica severa al capitalismo accidentalmente estrenada durante una crisis global que a muchos de nosotros nos tiene sumergidos en la ansiedad. Por eso el día de hoy en recetas de película les traigo los escargots de El hoyo.
Goreng (Ivan Massagué) es un joven que se interna voluntariamente en El Hoyo, o Centro Vertical de Autogestión, una prisión de «al menos 200 pisos» en la que cada celda se encuentra sobre la otra. En cada una hay dos prisioneros y en el centro, una plataforma que baja una vez al día con comida, permaneciendo dos minutos en cada nivel antes de pasar al siguiente.
«Si cada quien consumiera sólo lo que necesita, habrá suficiente para todos» explica un miembro de la administración. Sin embargo, todos lo sabemos, quienes se encuentran arriba comen de más y hay muchos niveles a los que ya no llega nada. Puede que la salvación la traiga este hombre que eligió un libro, nada menos que Don Quixote, para su encierro voluntario. Puede.
Goreng y los caracoles
Si bien la película tiene muchas cosas a favor, entre ellas la dirección de actores y la fotografía, a nivel de los personajes es un poco decepcionante. El guion intenta ser una metáfora que, aunque efectiva, resulta demasiado obvia y no pasa de ahí sino hasta la escena del final. Las lecciones «no existe solidaridad sin miedo», «los de arriba no piensan en los de abajo» y «tengo que disfrutar porque mañana podría volver a caer» se encuentran literalmente en los diálogos, por si se te había escapado el mensaje.
Y este salvador refinado (el único de su nivel para arriba capaz de apreciar los escargots à la bourgignonne), idealista y leído como el protagonista del libro que ha traído al hoyo parece de repente entender cómo funciona la sociedad y sorprenderse descaradamente como sólo pueden hacerlo los que siempre se han encontrado arriba. No es su culpa, los hombres jóvenes y blancos más que a menudo han vivido toda su vida desde el privilegio.
Miseria, hambre, heces, ansiedad y traición, esta cinta lo tiene todo para mantenernos picados sobre todo ahora que tantos estamos volcando nuestra incertidumbre en ver todo Netflix, todo el internet. Y es un giro muy interesante el de que en único humano que parece ser capaz de disfrutar de comer caracoles sea, en algún punto, tratado como un caracol precisamente.
Los escargots de El hoyo
Así que les recomiendo ver esta película que, si no me pareció el thriller que todos claman que es, sí me pareció interesante y hasta divertida. Quienes ya la vieron saben que la panna cotta es otra receta importante para la trama, pero como ya les he dado esa receta (la pueden ver aquí), hoy les comparto la de los caracoles o los escargots de El hoyo.
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Ingredientes
- 24 caracoles (vienen separados de las conchas)
- 90 gr de mantequilla
- 6 dientes de ajo triturados
- 1 cucharada de chalota finamente picada
- 2 cucharadas de perejil fresco picado muy fino
Y se cocina así
- Precalienta el horno a 200ºC
- Acrema la mantequilla con el ajo, las chalotas y el perejil (esto se llama persillade)
- Llena a la mitad cada concha de caracol o molde con esta mezcla, coloca el caracol encima y rellena con más persillade
- Hornea por 10 minutos y sirve de inmediato