El helado de vainilla de Locke & Key
Por fin pasaron los Óscar y acabó la racha de intentar ver todas las nominadas, justo a tiempo para el estreno de esta nueva serie de Netflix. Saben que me gusta checar el contenido para niños y jóvenes y por eso hoy les traigo el helado de vainilla de Locke & Key. Esta serie, basada en los cómics del mismo nombre trata de los Locke, una familia que se muda de Seattle a Massachussets, después de la muerte del padre. Llegan a vivir a la que fuera la casa de éste en su infancia, una mansión que, como suele pasar con las mansiones, tiene un nombre y muchos secretos.
Key House (la casa llave) esconde precisamente eso: llaves. Y cada una tiene una cualidad especial como hacerte entrar en un espejo, darte acceso al interior de la cabeza de las personas o abrirse a cualquier parte del mundo a la que quieras ir siempre y cuando hayas visto su puerta. Esa es la primera que usa Bode (Jackson Robert Scott), el más pequeño de los tres hermanos, que como el niño que es la usa para viajar a la heladería y pedir un helado de vainilla.
Las reglas de este mundo fantástico se instalan rápidamente y una vez que entendimos quiénes son los buenos, quiénes los malos, que los adultos no pueden ver la magia y que las llaves pueden hacer de todo, nos vemos envueltos en una historia trepidante y divertida. Creo que una de mis partes favoritos es que los hermanos de Bode, Kinsey (Emilia Jones) y Tyler (Connor Jessup) son adolescentes, así que lo que se le ocurre a cada uno hacer con las llaves, así como los recuerdos que tienen de su padre, varía según su edad.
Mientras todavía no termino de verla, sí les puedo adelantar que está bastante entretenida y apta para los chamacos que tengan en casa.
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Ingredientes
- 1 taza de azúcar
- 4 yemas de huevo
- 1 taza de leche
- las semillas de 2 vainas de vanilla frescas
- 2 tazas de crema para batir
Y se cocina así
- Bate las yemas con el azúcar hasta que esponjen y adquieran un color amarillo muy claro
- Viértelas en una olla de fondo grueso; mezcla con la leche y el la vainilla y bate a fuego muy lento hasta que espese y cubra la parte de atrás de la cuchara
- Cuela la mezcla y transfiérela a un tazón para que se enfríe
- Agrega la crema para batir e incorpora; cuando esté fría, métela al congelador en un recipiente resistente al frío y congela varias horas
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Un hermoso postre muy fácil de hacer.
